DATOS EXIF
|
|
|
|
|
|
|
|
La pasión por la fotografía consiste en poner sobre un soporte, papel, digital, lo
que en ese momento sentimos, vemos o queremos ver, donde quedan plasmadas
nuestras ilusiones, sueños o pasado junto con todas las personas que forman
parte de él. Capturar el instante, las personas, el momento, el presente que
inevitablemente se convertirá en el pasado nada más soltar el botón y que se
harán presentes en el futuro cuando se vuelva a recordar el instante capturado.
De
un corto tiempo a esta parte, el mundo de la fotografía ha dado pasos
gigantescos para crecer exponencialmente. Hoy en día tenemos al alcance del ojo
humano millones de fotografías, seguramente demasiadas para su entendimiento y
análisis. Entonces surge la pregunta de ¿hasta qué punto puede esto servirle al
fotógrafo?. Si el fotógrafo, aficionado o profesional, no quiere estancarse,
deberá seleccionar, priorizar y sintetizar la información que recibe, siendo
uno de esos pasos la realización de cursos de fotografía.
La fotografía que acompaña al artículo de hoy no es propia sino la de un buen
amigo fotógrafo, que nos dejó el año pasado, y que con la simpatía y alegría
que le caracterizaba me hizo, no a mi directamente sino a la sombra que
proyectaba en la pared (detalles del buen ojo observador del fotógrafo). Fue
durante un curso de fotografía de retrato en el que coincidimos entre otros, al
igual que en diversas salidas fotográficas por la ciudad. Sirva este post en mi
blog como sincero homenaje y recuerdo a esa gran persona y amigo, Luís Aterido Juárez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario